miércoles

PENSAR ARMENIA DESDE LA COMUNICACIÓN

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"La comunicación no es un mero instrumento neutro para dar forma a lo que ya existe, es una dimensión constitutiva de lo social".
Rossana Reguillo, investigadora mexicana.


El profesor venezolano José Enrique Finol, coordinador del Laboratorio de Investigaciones Semióticas y Antropológicas de la Universidad del Zulia, sostiene que existen dos fenómenos que han modificado sustancialmente el espacio urbano latinoamericano en nuestros tiempos: por un lado, la proliferación de los grandes centros comerciales o malls, que copian la tendencia arquitectónica y consumista desarrollada inicialmente en los Estados Unidos y posteriormente en Europa; y por el otro, la aparición constante de los casinos y bingos, lugares en donde los adultos y jóvenes consiguen algunas características que aprecian también en los malls: encuentro, diversión, seguridad y confort.

En sus diversas formas y presentaciones, estas dos estructuras comparten su postulado de negación de la ciudad, a pesar de estar inmersas en medio de ella. Son ajenas a la urbe no solamente porque crean límites formales –son sitios cerrados, sus puertas de acceso están vigiladas permanentemente y finalizan sus servicios a la misma hora de la noche–, sino porque, según Finol, al refugiarse en ellas, huyendo de la inseguridad y el ambiente inhóspito de la ciudad, producen un extrañamiento socio-espacial, una especie de alejamiento de calles, plazas y edificios urbanos, además de una marcada separación frente a los barrios, vecindarios y viviendas donde se cohabita y se comparte cotidianamente.

Armenia, como ciudad capital de departamento, no ha sido ajena a este fenómeno. Si bien ya existían los centros comerciales pequeños y las tiendas por departamentos, la capital quindiana experimentó un cambio fuerte en la delimitación de sus lugares de encuentro con la aparición del Centro Comercial Portal del Quindío y los diferentes casinos y bingos en diferentes sectores. En estos nuevos espacios –que gozan de enormes diferenciaciones con otros lugares grandes de la ciudad, tanto en lo simbólico como en lo arquitectónico y funcional– han surgido nuevas formas de relacionarse, nuevas ritualizaciones, nuevos usos y nuevos modos de consumo.

Estas relaciones, ritualizaciones, usos y modos de consumo que practican diariamente los visitantes-clientes del centro comercial y los casinos –unos pertinentes, sanos y otros no tanto– determinan las formas de apropiación que se hace de estos espacios: a ellos vamos bien vestidos, vamos a ver y a ser vistos, vamos a encontrarnos sin los "peligros" que representa la calle, vamos a gozar del entretenimiento, vamos al goce del consumo del espacio mismo como lugar semiótico.

Como en muchos otros lugares de Latinoamérica y Colombia, en Armenia la plaza pública también hizo su transición a la plaza privada. No se trata aquí de hacer una apología al centro comercial ni a los bingos y casinos. Se trata de proponer una nueva mirada de la comunicación a estos temas de la ciudad, una visión que no puede, en términos de formación y prospectiva, reducirse a lo puramente periodístico.

A propósito del tema, un grupo de docentes del Programa de Comunicación social – Periodismo de la Universidad del Quindío, coordinado por el profesor Antonio José Vélez Melo, publicó en 2010 este libro –fruto de un proceso de investigación sobre comunicación y ciudad–, que recoge los hábitos de consumo de los usuarios del Centro Comercial Portal del Quindío, en Armenia. Un texto de recomendada lectura.

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